Sandra (Parte 1)

Mi compañero sigue igual, lamento el retraso pero hubo unas dificultades en el hospital, como todos sabrán mi amigo Constantino hace poco tiempo fue llevado al hospital, hoy que fui a verlo con tantas ilusiones de encontrarlo mejor me doy cuenta de que eso que hay dentro de él no pasará pronto, el afirma que habla, pero solo él la escucha, ¿Qué le dice? No lo sabe nadie, es un secreto de ellos dos, pero entonces, ¿Por qu´é no mejor ocultar que le habla? porque lo dijo después de que se le interrogara con quien hablaba. En fin, muy buenos días a todos los radioescuchas, de nuevo su amigo Genaro, hoy como siempre tenemos una gran y especial transmisión para todos ustedes, coincidiendo con estos temas, se cumple el aniversario del hospital general de Sincritos, y en transmisión especial esperamos llamadas suyas con sus experiencias o anécdotas de este lugar, al que todos guardamos con cariño pues llegó justo cuando más se necesitaba, y con sus ferrocarriles de comunicación justo nos dijo que nos quedemos aquí, así que ya lo saben, esperamos sus llamadas.

(Ring) –¿Bueno? –Hola buenos días, quisiera hablar del hospital, pues toda mi familia ha ido siempre ahí, y es como una tradición tener a ese hospital de cabecera– Así es mi amigo, toda una tradición -Si, y quiero de paso aprovechar para pedir a la comunidad si supieran algo de mi hija, hace unos tres meses que no se sabe nada de ella, gracias– pib… pib…

–Qué extraño, no dijo ni su nombre–(Ring) –¿Hola? –Hola, yo quiero mandarte apoyo y ánimo que ya saldrá Constantino adelante, Pero… ¿Qué le pasó? –Bueno, antes que nada muchísimas gracias por la llamada y el apoyo, y si esperamos que pronto se reponga, Constantino ha sido mi amigo desde la preparatoria, y desde que lo conocí tenía una novia, se llamaba Lizbeth, y según tenían poco tiempo siendo novios, él la quería mucho y al parecer ella también a él, eran una cosa de otro mundo, separados eran grandes personas, pero juntos, un equipo indestructible, algo totalmente admirable pues siempre estaban ahí el uno para el otro, pero años después hubo un problema, ellos querían un hijo, el embarazo se complicó y perdieron a su bebé, iba a ser niña, y obviamente se vinieron abajo los dos, y aquí había otro gran problema, cuando uno se decaía solo el otro lo podía levantar, nadie más, si no había quien les ayudara entonces ¿Cómo saldrían de eso?. Un día se les vió que iban por la calle los dos aparentemente recuperados y muy felices, llevaban a una niña en una carriola, bueno en realidad no sé qué llevaban pero iban con una carriola, eso fue hace como dos años, Constantino ya estaba bien, salíamos juntos y él no descuidaba su trabajo, para ese tiempo estábamos los dos trabajando en una fábrica, él se salió primero pues entró a trabajar aquí, y hace como tres meses llegué yo, un día me llamaron y me dijeron que estaba en el hospital, me espanté muchísimo y fui a ver qué había pasado, se había intentado matar, parece que su novia lo había dejado, y tuvo algún problema de salud, dicen los doctores que muy probablemente fue por esa misma causa, y hace algunas semana fue cuando comenzó a decir que esa muñeca le hablaba, que ahora que recuerdo esa muñeca se la había regalado una vez su novia de aniversario, el pobrecillo ha de sentir que le habla a ella –Es una historia triste amigo, esperamos que pronto esté mejor, extrañamos escucharlo –Muchas gracias–.

(Ring) –¿Bueno? –Hola Genaro –¿Quién habla? –Esa muñeca se llama Sofia, y la compramos cuando arreglamos el cuarto para nuestra hija, y no, yo no dejé a Constantino –¡¿Lizbeth?! –.


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