La espera

-Estimado público, hemos llegado al final de nuestra primera parte, mientras preparamos el segundo magnifico tiempo pueden descansar de divertirse para ir a llenarse- Así se escuchaba en las inmensas cajas de sonido, rodeadas de las feroces carcajadas y aplausos que indicaban que una vez más, el trabajo estaba saliendo a la perfección, y que, junto con aquellos años de éxito y experiencia, un final limpio y bello estaba respaldado. La pausa del espectáculo daba oportunidad para convivir un poco, probar de aquella deliciosa comida que se mostraba a los costados o solo caminar un rato para estirar las piernas.

Alfonso había ido solo a ver el show, no tenía dinero para comprarse nada, solo podía ir a caminar, y fue algo raro el cómo se sintió al darse cuenta que toda la demás gente comía y platicaba entre ella, pero no le dio mucha importancia y continuó, al regresar su asiento estaba ocupado por alguien más, tuvo que buscar y acomodarse en otro lado.

-Les agradecemos poderosamente su estancia con nosotros, y, en 3 tiempos, que concluyen cuando yo deje de hablar, continuamos – Salía el gran chapero conocido por todos como un verdadero zar de la comedia, a lo lejos Alfonso muy emocionado se espantaba las moscas que lo empezaban a acosar, si no les tuviera tanto miedo. -Buenas noches, me presento, soy Cristo Fermín pero nadie me dice así, entonces soy el Chapero, y es curioso porque tanto Cristo como Fermín son nombres con los que bien ya me podría presentar, pero cuando dicen en algún lugar que Cristo Fermín va a estar, nadie lo conoce y nadie va- Alfonso riéndose por todo no notó que a su lado se paró un guardia -Joven usted no puede estar aquí– A lo que Alfonso respondió -Pero señor, mi lugar lo ocupó otra persona y no encontré en donde sentarme– El guardia continuó -Lo siento pero entonces tendrá que irse– Alfonso no lo aceptaba -Pero pagué mi boleto– decía, el guardia le explicó -Entonces alguien entró sin pagar, pero es imposible revisar entre tanta gente, lo siento, tiene que irse- Alfonso sin poder hacer nada se fue de ese lugar, sintió tanta furia por ese maldito sujeto que tomó su lugar, pero en fin, ahora tenía la tarde sin ningún plan, y todo el pueblo estaba en el show, pero… ¿tenía que aguantar estar así toda su vida?

Se sentó en una roca que vio junto al camino y se quedó un gran rato viendo a la nada, entonces pasó una mujer con los años engrandecidos y fragilidad en sus pasos, se acercó a Alfonso y sonriéndole le preguntó -¿Porque lloras Alfonso?- Alfonso sorprendido le respondió -¿Quién eres tú?- la mujer seguía sonriendo y sin contestarle su pregunta -Veo que sigues triste, desde que aquella joven y su familia se mudó, te sigue lastimando la soledad, pero tranquilo, pronto regresará al fin el circo que se la llevó -.

15 años han pasado, Alfonso ha ido a cada función nueva que hay en el pueblo, esperando encontrar a esa chica que fue alguna vez la única persona que lo entendió.


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