Reptil (Parte 2)

El equipo estaba confundido y con un poco de miedo, estaban ante algo desconocido para la humanidad, pues entre sus investigaciones, e incluso la información clasificada y oculta a la ciudadanía no había nada parecido a eso, todos se observaban entre ellos, pero un silencio invadió el lugar, nadie quería decir nada por miedo a recibir una confirmación por parte de los demás, y es que, era algo que podría cambiar la forma de ver el mundo. El silencio estuvo acompañado de inexplicables y ligeras corrientes de aire, hasta que el ruido de un radio rompió ese tenso momento – ¿Están bien? – Preguntó Billy desde arriba asomándose por la orilla sosteniendo su radio – Si, estamos bien, hay información que debemos capturar, tardaremos un rato – Respondió Joaquín con un nudo en la garganta, el silencio volvió entre los cuatro compañeros que seguían abajo, aún les costaba hablar, hasta que Linda preguntó – Se trata de… ¿Una nueva inteligencia? – Todos volearon a ver a Joaquín – Eso parece, pero una civilización distinta a los pueblos de alrededor – Respondió de forma seria – Pues pudieron ser exploradores perdidos de otro lugar y estas son representaciones de sus creencias religiosas – Dijo Luis de forma optimista – No podemos hacer conclusiones tan precipitadas – Los demás apoyaron la idea, a pesar de que nadie parecía convencido, había un ambiente distinto a los anteriores descubrimientos , pero eran científicos y debían hacer todas las pruebas y las investigaciones posibles.

André había decidido llevarse a todos los lagartos a su casa para poderlos observar más de cerca y vigilarlos todo el día, pero para esto prefirió ponerlos en jaulas separadas, los llevó a su patio y a cada uno les dio un pequeño tiempo para salir de su encierro y caminar por los pastos, al final fue el turno del lagarto del pueblo Nabuhu, cuando André abrió la puerta de su la jaula el lagarto se quedó adentro, a diferencia de los demás quienes si habían salido a explorar, intrigado André puso la jaula de otro lagarto al lado y le abrió su puerta, pero esta vez no quiso salir, André tuvo la conclusión de que aquel lagarto daba indicaciones a los demás, y era tan inteligente que no respondía a los estímulos positivos al instante para así conseguir algo mejor, debido a esto, y recordando lo que había pasado en el laboratorio con la comida, André opto por no abrir las jaulas de todos al mismo tiempo, pues aunque quería hacerlo para seguir anotando su comportamiento, fuera del laboratorio era un poco peligroso.

Joaquín y su equipo seguían analizando aquel muro y todas las raras inscripciones que tenía, Dora encontró en el suelo lo que parecía ser un texto, no conocían el idioma, pero lo identificaban dentro de la rama del latín, tomaron fotografías de todos los espacios, buscaron fósiles cercanos o algo que les permitiera recrear lo más exacto posible la flora y fauna de aquel momento, en esa búsqueda tuvieron éxito, pues encontraros marcas incrustadas en las rocas y el suelo, además de muestras de los materiales del suelo para indagar sobre los años de antigüedad y los minerales que estuvieran presentes. Una vez recopiladas las muestras se prepararon para salir de ahí, pero mientras caminaban a la cuerda de rescate Louis se percató que una parte del suelo era más blanda a comparación de todo alrededor, todos querían regresar ya al campamento, pero Louis tenía la espina de investigar si había algo más, así que todos empezaron a subir mientras él escarbaba, estuvo un rato paleando sin encontrar nada, pero cuando perdía las esperanzas su pala chocó con algo duro – Es solo una piedra – Dijo Dora – Ya vámonos y deja eso, tenemos muy buenas muestras – Complementó Joaquín, Louis cuidadosamente intentó rodear y liberar aquel objeto – ¡Esperen! – Gritó de forma entusiasta – ¡Es un cofre! – Y siguió desenterrándolo – Ten mucho cuidado, no lo vayas a abrir aquí porque puede ser peligroso – Advirtió Joaquín – Ya sé, ya sé – Respondió Louis, después de tener todas sus muestras listas volvieron al campamento para empacar y regresar a la ciudad, pues sería más cómodo continuar allá las investigaciones.

André terminó su día, tenía solo una teoría sobre el liderazgo del lagarto, lo cual le causaba emoción por la posible inteligencia encontrada, aunque un poco de miedo por no conocer los límites de la misma, pero esa investigación la continuaría al día siguiente, fue a dormirse y dejó a todos los lagartos en la sala y enjaulados en hilera, además, les había puesto una cámara enfrente, no podían hacer nada sin que él se enterara.

A la mañana siguiente André se despertó, aún con lagañas en los ojos fue a la sala para revisar a sus animales, todo parecía normal, así que fue a la cocina por un plato de cereal, mientras desayunaba recordaba la forma en que guardó a los lagartos la noche anterior, y vino a su mente algo que lo hizo levantarse de golpe y correr hasta la sala ¡Estaban en jaulas diferentes! Los diferenciaba por su color, y el más amarillo, al cual había dejado en la jaula de la izquierda ahora estaba en la jaula del centro, no estaba muy seguro de que eso fuera cierto, pero ¡Tenía la cámara!  ¡Lo había grabado!

En su camino de regreso, el equipo de Joaquín intentaba hacer hipótesis, estaban muy emocionados por la investigación, Linda revisaba un libro intentando relacionar los textos que encontraron para poder descifrarlos – ¿Qué buscas? Las fotos están en las cámaras – Le preguntó Billy en tono de burla – Se me quedó una palabra grabada y es lo que intento encontrar – Dijo Linda al tiempo que marcaba un conjunto de silabas con su pluma, las cuales juntó para formar una primera palabra – ¿Bulutzu? –.


Reptil (Parte 1)

Joaquín era un arqueólogo, estaba en el proyecto más importante de su carrera, pues junto con su equipo habían encontrado ruinas abandonadas en medio de la jungla, en un lugar que nadie había estado, o al menos no hacía mucho tiempo atrás. Esas ruinas parecían pirámides con túneles extraños, llegar hasta ese lugar les había tomado días de caminar y acampar, y se guiaron gracias a extraños rastros y mitos que se escuchaban desde la aldea más cercana, la tribu Nabahu, aproximadamente a 5 días caminando desde esas ruinas. Mientras instalaban su campamento afirmaron su predicción, el lugar no tenía ningún tipo de conexión o señal que los ayudara a contactarse con el resto del mundo, pero no parecía ser un problema grande, pues tenían todo el equipo necesario para explorar, recabar datos, hacer pruebas y los análisis necesarios antes de regresar.

Mientras tanto, en la ciudad, el compañero del arqueólogo Joaquín, el científico André revisaba el comportamiento de un extraño lagarto que recogió en la visita que hicieron a la aldea Nabahu, antes de volver a la ciudad y de que Joaquín y el resto del equipo se adentraran a explorar. El lagarto parecía entender a la perfección los tiempos en que tendría atención por parte del científico y con qué objetivo, a pesar de nunca antes haber estado en un ambiente ni situación similar, esto era muy sorprendente, pues no había visto ningún animal tan inteligente incluso teniendo años de entrenamiento. Luego pensó en experimentar la socialización que tuviera con los reptiles de la zona, preparó una jaula con divisiones y colocó diferentes tipos de lagartos, incluyendo el inteligente que trajo.

Cuando el equipo de Joaquín terminó de instalarse y montar los artefactos comenzaron a trabajar, Billy midió la probabilidad del cambio del suelo en cuanto a temblores y deslizamientos de placas tectónicas, descubriendo que el lugar parecía estar muy bien conservado por varios años, Linda y Dora tomaron fotografías de todos los ángulos exteriores y las compararon con otras construcciones antiguas conocidas sin encontrar relación alguna, Louis preparó muestras de la tierra para saber qué minerales tenía y Mila preparaba lo necesario para que entraran a revisar una de esas pirámides. Su organización para explorarlas por el interior se dividía en Joaquín, Linda y Louis entrando, mientras que Billy, Dora y Mila iban a quedarse afuera frente a las pantallas para observar las cámaras, tomar datos y asistir en el trayecto, traían radios y cámaras integradas al uniforme que se comunicaban por frecuencias cortas. Ya estando listos, se adentraron.

En el laboratorio, André estaba listo para reunir a los lagartos en su jaula especial, era un hexágono con divisiones que formaban triángulos para los lagartos y tenía techo de cristal, dejó a cada uno en una esquina y los observó, todos parecían ignorarse, decidió alimentarlos y observó algo interesante, el lagarto de Nabahu no comía, después sus compañeros más cercanos dejaron de hacerlo, hasta que ninguno lo hacía, André vio raro todo eso, como si empezaran a planear algo, les puso más comida y seguían ignorándola, les agregó de otra diferente hasta que cada uno tenía bastante comida, en ese momento todos juntos empezaron a comer, todo parecía apuntar a que era un plan entre ellos para obtener más comida, pero sería demasiado para los registros sobre la inteligencia de esos animales. Al final del día André cansado se fue a su casa.

En la pirámide de la jungla, el equipo de Joaquín estaba ingresando por un túnel, todo estaba cubierto por polvo y telarañas, el lugar se encontraba totalmente oscuro, iluminado únicamente por las lámparas del equipo, y esto dificultaba mucho el avance, debían concentrarse muy bien para poder observar a larga distancia y asegurarse de no estar invadiendo la guarida de algún animal, pero también debían ser cuidadosos por dónde pisaban, pues no conocían las condiciones ni la fortaleza de la estructura, así llegaron al final de lo que parecía ser solo un pasillo recto, esto no tenía sentido, simplemente no tenía función, así que se pusieron a buscar algo más, Linda apuntó su luz hacia el techo y encontró un dibujo manchado e incompleto que asemejaba un humano, quien seguramente sería el ente supremo de aquella civilización, y debajo de ese dibujo estaba un texto, que a diferencia del dibujo, se encontraba en perfecto estado, Luis leyó ese texto en voz alta y al terminar de leer el lugar comenzó a temblar, Billy, Dora y Mila perdían el video de las cámaras para después quedar incomunicados, Joaquín y el resto del equipo corrieron hacia la salida, pero el suelo se abrió y cayeron a una cueva.

Al día siguiente André llegó al laboratorio, fue directo a la jaula hexagonal para observar a los lagartos, pero no estaban, los barrotes que dividían a los lagartos estaban abiertos y el techo tenía un agujero perfecto, aquello no tenía explicación, apresuradamente salió del laboratorio y se dirigió a la sala de seguridad para revisar las cámaras, pero al ir corriendo por el pasillo se topó con aquellos lagartos, se frenó y lentamente caminó hacia atrás dándose la vuelta, al quedar de espaldas se disponía a correr, pero una voz lo detuvo, le advertía sobre el problema que enfrentarían los humanos por el despertar de “Bulutzu”. André lleno de miedo, pero con valentía, regresó al laboratorio, tomó la primera jaula que encontró y regresó corriendo a donde estaban los lagartos para encerrarlos, ellos parecían normales y André se cuestionó el estar loco.

Después de caer en la cueva, el equipo de expedición se levantó aturdido, intentando inútilmente encender sus lámparas, no podían ver nada y estaban atrapados, en ese momento los llamaron, eran sus compañeros que los observaban desde arriba, llevaban una cuerda enorme y lámparas, aseguraron el extremo de una cuerda y Dora bajó con más linternas, cuando tuvieron nuevamente luz pudieron observar a su costado toda una pared con escrituras y jeroglíficos, parecía el ser que estaba en el techo, pero ahora lo veían completo, y su cabeza no era la de un humano, si no la de un lagarto.