El día que no salió el sol

Había una vez un niño llamado Daniel, tenía problemas para dormir, pues su casa estaba al lado de una fábrica de focos, y esta fábrica trabajaba de noche porque así era más fácil para los trabajadores comprobar que los focos encendieran y tuvieran un correcto funcionamiento.

Con el tiempo Daniel se acostumbró a no poder dormir en las noches, pues además de las luces de la fábrica, también los ruidos que causaban las máquinas ayudaban a mantenerlo despierto. Su solución fue sencilla, él se iba por la mañana a la escuela, todas las tardes, regresando a su casa “cenaba” y se iba a dormir y se despertaba al anochecer, justo cuando la fábrica empezaba a trabajar, en ese momento tomaba su “desayuno”, hacía sus tareas, jugaba, se bañaba, comía y se cambiaba para irse nuevamente a la escuela, todo mientras sus papás dormían. Mientras sus compañeros batallaban para despertarse e ir a la escuela, él ya estaba listo para regresar a dormir apenas se terminaran las clases.

Un día, mientras Daniel estaba dormido, una tormenta afectó la conexión eléctrica de la ciudad y provocó que se fuera la luz. La fábrica no trabajó esa noche y al no hacer ruido, Daniel no se despertó al anochecer como de costumbre, si no al amanecer, él no sabía lo que había ocurrido, sus ventanas estaban tapadas para no ser molestado por la luz del sol mientras dormía por las tardes, y, por si fuera poco, su reloj marcaba las 8:00, la hora a la que se despertaba en la noche. Así que no pudo darse cuenta que ya era de día. Daniel estuvo todo el día haciendo sus actividades cotidianas, las que se suponía hacía en la noche, incluyendo el arreglarse para irse a la escuela, cuando salió de su casa ya había anochecido otra vez, pero lo confundió con la oscuridad de las mañanas, las calles estaban un poco transitadas por las personas que regresaban de sus casas para trabajar y las tiendas estaban abiertas, no había nada anormal.

Daniel llegó hasta la parada del autobús que lo llevaría a su escuela, los minutos pasaban y ningún camión llegaba, Daniel tenía pendiente por llegar tarde, así que prefirió caminar hasta su escuela, continuó su trayecto a medida que las calles parecían menos transitadas, al llegar a la escuela el ambiente estaba desértico, los pasillos eran fríos y mientras caminaba escuchaba sus pisadas, sin mencionar que no se veía nada, era extraño que para esas horas aún no saliera el sol.

Daniel empezó a preocuparse, el mundo parecía presentar un extraño fenómeno, no había sol ni gente, como en todas aquellas historias donde quedaba solo una persona en todo el mundo, y como aquellas historias lo decían, solo él podía ser el salvador del planeta, pero primero debía descubrir que sucedía, caminó por la calle sin éxito, todo estaba igual de vacío.

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Más adelante se topó en la calle con otro explorador, llamado Tommy, al igual que Daniel, estaba buscando la razón del por qué dejó de salir el sol, como no tenían hipótesis ni pistas decidieron reconstruir los hechos desde la última vez que los rayos solares habían iluminado la ciudad. Daniel platicó su rutina diaria y la forma en que simplemente desapareció el cuerpo celeste, mientras que la descripción de Tommy era un tanto más intrigante, él estaba en su patio bebiendo jugo, cuando un objeto cayó del cielo y lo golpeó, después de eso no recordaba nada, solo el haber despertado en la oscuridad.

Daniel creyó que sería buena idea que fueran a buscar aquel objeto, podría ser la clave de lo que estaba ocurriendo, así que sin perder tiempo corrieron hasta la casa de Tommy y buscaron algún instrumento o cosa irregular en el suelo del patio, lo que encontraron fue una pequeña esfera blanca ¡Parecía un sol en miniatura! Posiblemente esa era la razón y algo había encogido el sol, debían encontrar la manera de volverlo a poner en su sitio lo más pronto posible, intentaron con varios métodos, una resortera, una pistola a chorro, una catapulta casera e incluso lanzarla con la mano, pero en todos sus intentos esa esfera terminaba cayendo de nuevo al suelo.

De pronto a Tommy se le ocurrió atar la esfera a un globo y que éste la elevara hasta su lugar natural, Daniel estuvo de acuerdo, y para su fortuna, él tenía lo necesario en su casa, así que fueron a buscar el material y después se dirigieron a un campo abierto para preparar el lanzamiento, era muy tarde pero estaban cerca de la solución, colocaron una pequeña canastita en el extremo del hilo del globo y ahí dentro depositaron la esfera, finalmente lo soltaron, su invento se elevaba de a poco, parecía que iba a tomar mucho tiempo, así que optaron por ir a dormir y revisar al día siguiente si había funcionado.

Daniel estaba en su cama durmiendo muy profundamente cuando unos gritos en la calle lo despertaron – ¡Daniel, funcionó! – Tommy estaba corriendo de un lado a otro extendiendo sus manos al cielo y disfrutando los rayos del sol, Daniel llegó a prisa terminando de ponerse su suéter, ambos se abrazaron, lo habían resuelto y el sol había regresado.

Fin.


El desayuno de Juan

Como todas las mañanas, Juan se despertó y se dirigió a su cocina, esta vez quería desayunar panqueques, todas las noches soñaba con la comida que querría para el desayuno siguiente, y todos sus sueños lo hacían moverse de un lado a otro sobre la cama debido al hambre que le provocaban.

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Juan empezó por abrir el refrigerador, pero como todas las veces, algo le faltaba para poder preparar su desayuno, así que fue a la tienda de la esquina, pero como todos los días, esa tienda se tardaba en abrir, lo cual provocaba que a Juan se le hiciera todo el tiempo tarde.

Cuando por fin regresó a su casa, Juan preparó el desayuno, se puso su chaleco de seguridad y se cepilló los dientes, pero como iba atrasado en tiempo no alcanzó a buscar bien su par de calcetines, y como todas sus presentaciones al trabajo, fue con calcetines distintos, lo cual causaba que todos sus amigos se burlaran de él.

Cuando terminó su turno, como todas las tardes, Juan fue al jardín a comprarse una nieve de su sabor favorito, limón, pero algo malo ocurrió, la nieve de limón se había terminado, nunca antes se había terminado la nieve de limón, solo había nieve de mango, pero el no se comería eso, trabajó muy duro ese día y se merecía una nieve de limón, así que caminó en busca de algún lugar donde la pudiera conseguir.

Juan estuvo el resto del día buscando, pero no encontró nada, decidió regresar a su casa, ya se le había pasado su hora de comida y debía cenar y dormirse temprano para ir a trabajar al día siguiente, así que, como todos sus viajes de vuelta a casa, pasó en frente de una fonda donde pidió su cena, pero tenía tanta hambre que esta vez no compró medio platillo como todos sus pedidos, si no que eligió dos porciones completas y se fue a su casa.

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Ya estando en su casa cenó, se sentía muy satisfecho, después de un rato hizo su rutina de ejercicio y se bañó, enseguida se fue a dormir, pero aún se sentía muy cómodo con respecto a su hambre, no sentía vacío en el estómago como todas las noches anteriores. Esa vez Juan no soñó con el desayuno, no tuvo hambre y durmió bien, al día siguiente pudo prepararse el desayuno que se le ocurrió con lo que tenía en casa, no tuvo que ir a la tienda, no se le hizo tarde y por primera vez, llevó un correcto par de calcetines al trabajo. Ahora todos los días come bien, hace ejercicio para mantenerse sano y controla su horario.

Fin.


Dia de campo

Luis preparó su auto y metió su canasta de comida, había planeado este viaje durante semanas, y por fin había llegado el día en que se iría de picnic, revisó su mapa y leyó cuidadosamente la lista de preparativos por quinta vez – Pastel, listo, Mermelada, listo, fruta, listo, silla, listo, agua, listo, ensalada, listo, sándwich, listo – Una vez terminada su revisión encendió el auto, puso su disco favorito y se fue.

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Mientras conducía iba revisando su mapa, tenía 5 lugares marcados a donde podría ir, pues no quería que nada arruinara su día, en caso de que alguna zona no estuviera disponible, iría a la siguiente. El primer lugar era un lindo lago con pastizales muy verdes y montañas a lo lejos, cuando llegó vio que estaba lleno de gente, incluso la mayoría sus vecinos, pero él prefería un lugar más tranquilo, así que tachó esa zona del mapa y siguió para ir al segundo lugar.

Este segundo lugar tenía un rio fresco y piedras lisas para usar de mesa, al lado de un acolchonado césped, además, estaba rodeado por árboles, cuando llegó no había nadie, así que feliz comenzó a bajar las cosas de su cajuela, acomodó su manta y sacó la comida de la canasta, estaba listo para comer, pero un ruido extraño empezó a escucharse, era un enjambre de abejas que parecían ser atraídas a su comida, Luis asustado guardó todas las cosas a prisa en el auto y se fue, pero se le olvidó guardar el pastel y la mermelada.

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Luis tachó el segundo lugar en su mapa y se dirigió al tercero, una presa, con pocos árboles, pero tan altos que daban sombra agradable y permitían entrar a las frescas corrientes de aire, al llegar al lugar, Luis bajó las cosas de su auto y se preparó para continuar su día de campo, por fin podría comerse ese delicioso pastel, pero primero debía encontrar el pastel, buscó y buscó pero no lo encontró, bueno, eso no le arruinaría el día, iba a comerse ese apetitoso sándwich, pero justo cuando iba a darle una mordida una fuerte alarma lo asustó, esto provocó que lo soltara y se le cayera al suelo, después unos sujetos se acercaron a él, eran trabajadores e iban a darle mantenimiento a la presa, por lo cuál Luis tuvo que guardar sus cosas nuevamente e irse.

Luis estaba algo decepcionado, pero se mantenía positivo, aún le quedaban dos lugares para terminar su descanso, el cuarto lugar era un campo de flores en lo alto de una montaña, desde ahí se podía ver todo el pueblo y la puesta del sol, cuando llegó iba a acomodar lo que le quedaba, no había pastel ni sándwich, pero sí una rica ensalada, aunque ahora debido a su desconfianza prefirió sacar solo su botella de agua, se sentó y se quedó observando el paisaje por un rato, hasta que vio una pipa de agua acercarse, iban a regar toda esa área y, por consecuencia, el lugar se llenaría de lodo, Luis se levantó y se fue.

Después de un plan casi fracasado, y un largo día, a Luis solo le quedaba un último lugar, el patio de su casa, cerca de su cama, su cocina, su baño y su estéreo, algo que en cualquier otro día no tendría una relevancia importante, pero que ese día, después del cansancio, el viaje en auto y los paisajes visitados, era el lugar perfecto para descansar, cuando llegó estaba casi oscureciendo, los vecinos parecían no estar en sus casas por lo tanto no había ruido, Luis se comió su ensalada a la luz de las estrellas cantando su disco favorito, y así pudo disfrutar un día de campo por la noche en su patio.

Fin.

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Deepsea city – Capitulo 1 “Alarmas”

Año 4020, hace 2000 años las condiciones del clima en el planeta tierra comenzaron a cambiar, empeoraron de forma alarmante hasta el punto en que era insostenible estar en contacto con el aire natural por mucho tiempo, algunos tenían filtros de aire para sus casas, otros tenían reservas de tanques de oxígeno para habitaciones selladas, pero eventualmente todo eso quedaba inservible o sin combustible. Unos pocos sobrevivieron gracias a su estilo de vida, buzos, exploradores marinos, nadadores, todas las personas que tenían facilidad para soportar presiones de agua y mantener la respiración, esas personas iniciaron aguantando la respiración de a poco bajo el agua, con el tiempo su capacidad aumentaba, la evolución y adaptación de sus generaciones los ayudó a filtrar el oxígeno directamente del agua, comían cosas crudas y no les afectaba lo salado del mar, aprendieron lengua de señas para comunicarse y se olvidaron del sentido auditivo, nunca más escucharon una canción o mantuvieron una plática. Hicieron su vida bajo el agua.

Justin era un chicho que vivía en Deepsea city, era cultivador de algas, al igual que más personas, había domesticado un animal marino, una tortuga llamada Louie, esta tortuga iba con él a todos lados, un día mientras repartían su cosecha en el mercado vio como unos cazadores se comunicaban y se preguntaban sobre la escases de animales, esto era bueno para él, pues vendería más producto, pero eso no quitaba que la situación era bastante extraña, y si continuaba así, se iba a convertir en un gran problema.

Un día, mientras preparaba la tierra para cultivar, se topó con un objeto duro que le impedía continuar, metió su mano entre la tierra y sacó ese estorbo, al levantarlo y analizarlo con claridad notó que eran los restos de un pez, lo hizo a un lado y siguió con su trabajo, pero cada que avanzaba se topaba con más y más restos de peces, como si hubiera sido un ataque masivo, esto lo alarmó un poco, juntó todos los restos que encontró y los llevó con los cazadores para mostrarles, pero mientras se dirigía a su casa vio como una multitud nadaba velozmente hacia él, todos parecían aterrados, como si estuvieran escapando de alguien, y efectivamente, así era, ya que atrás de ellos un enorme tiburón los perseguía, el tiburón alcanzó a una mujer y la tomó entre sus mandíbulas para después devorarla de un solo bocado.

Toda la gente se refugió en sus casas, pero la noticia del gran tiburón que rondaba el pueblo tardó en transmitirse, pues aún no tenían medios de comunicación desarrollados y nadie quería exponerse a estar por las calles avisando a las personas, solo podían enterarse los que veían a la enorme bestia rondando o cazándolos, algunos pescadores intentaban matarlo, pero sus armas y herramientas parecían no poder atravesar su gruesa piel.

Mientras tanto, Justin en su casa buscaba la forma de desviar la atención de aquel titan cazador, pero solo se le ocurría usar algún señuelo para llevarlo lejos, pensó que sería difícil conseguir algo tan grande para llevarlo, pero después se le ocurrió hacer carnada más pequeña para con ella ir por animales más chicos y que ellos desviaran después al tiburón, y eso hizo, recogió todas las algas que tenía y salió por la parte de atrás, nadando hasta llegar con un pequeño grupo de peces, a los cuales guio con esta carnada hacia el pueblo, quería encontrar al tiburón, pero antes de darse cuenta ya los estaba persiguiendo, Justin envuelto en pánico intentó nadar hacia el lado contrario del grupo de peces que había llevado como carnada, pero para su mala suerte, los peces lo seguían a él, y atrás de ellos el tiburón se acercaba de forma veloz, poco a poco atrapando algunos de los peces, Justin estaba cerca de ser devorado, pero su amiga Louie llegó nadando a toda velocidad y pudo sacarlo de esa situación, dejó a Justin debajo de un quiosco en el centro del pueblo y continuó nadando hacia la superficie con el tiburón aun persiguiéndola, la valiente tortuga se acercaba a la superficie, mientras Justin triste veía como esos podrían ser los últimos momentos de su amiga.

Louie se acercaba a la superficie, y con la velocidad que llevaba saltó y salió del agua, atrás de ella salió el tiburón igualmente proyectado. Ambos aterrizaron en un antiguo muelle, Louie alcanzó a superarlo y volvió a caer al agua, pero el tiburón se quedó atorado sobre el viejo soporte de madera, expuesto al aire, moviéndose desesperadamente de un lado a otro, abajo los espectadores esperaban que esa madera putrefacta aguantara un poco más, pero llegó un punto donde sucumbió ante el peso del enorme tiburón y se rompió, este cayó de vuelta al agua, pero se notaba bastante débil, la gente quería matarlo pero no había ninguna forma de atravesarlo o dañarlo. Finalmente decidieron atarlo y encadenarlo en ese mismo lugar, justo a tiempo para cuando el animal recobró sus fuerzas. Las personas que vivían cerca de la zona donde quedó el tiburón prefirieron desplazarse un poco más lejos, el pueblo creo una alarma comunitaria que consistía en comunicar a cada casa y área pública mediante cuerdas subterráneas que hacían girar reguiletes cuando había peligro y pusieron guardias a vigilar aquel monstruo y los alrededores del pueblo.


ANZ (Parte 2)

La policía llegó a la zona para acordonar y tomar las pruebas correspondientes, llevaron a Marcos y al profesor a una patrulla para interrogarlos, cada uno contó lo mismo, querían evitar el posible problema de una especie invasora y solo querían encontrar a Iván, quien además no había ido a la escuela ese día, la policía les creyó sus relatos, además el coronel de la policía conocía al profesor de hacía varios años atras, y él sabía que el profesor no era una persona problemática, todo coincidía, aunque era bastante extraño el comportamiento que describieron, así que los dejaron libres bajo supervisión mientras indagaban más sobre el problema y las señales en el cuerpo de Iván.

Ese día, en la morgue, los doctores analizaban el cuerpo de Iván en búsqueda de irregularidades, el doctor en mando, llamado Augusto, encontró anomalias en la sangre de Iván, parecidas a la sangre que vio en los cadáveres de dos hombres un día antes, de los cuáles aún conservaban sus cuerpos en otra bóveda.

A la mañana siguiente, Marcos llegó temprano a la escuela y fue a buscar al profesor Salazar a su laboratorio, esperaba encontrarlo más calmado para que ente los dos formaran una conclusión e investigación, pero el profesor creía que eso había sido solo un accidente y quería simplemente dejar pasar la muerte de Iván, él prefería que se enfocaran en su preocupación por la posibilidad de la especie invasora, y con la casa de Iván sin vigilancia, ahora podían al menos ir a buscar aquella ardilla.

Mientras tanto, en la morgue, Augusto y su equipo fueron a recoger los cuerpos de los hombres de la pelea, sobre ese caso, uno había muerto debido a un disparo en la cabeza, y el otro debido a una hemorragia, pero no sabían cómo habían pasado exactamente los hechos, aún así, ya iban a incinerarlos, pero cuando fueron a recogerlos solo encontraron un cuerpo, el que había recibido el disparo, el Doctor Augusto se molestó, pues creyó que les habían robado el cadáver, así que llamó al coronel por teléfono para denunciar el caso.

El profesor Salazar y Marcos estaban afuera de la casa de Iván, buscaban una forma de poder acceder a ella, pero no parecía haber nada que se los permitiera sin forzar la entrada, y esto no les convendría para las investigaciones policiales, finalmente prefirieron alejarse, pero al pasar en frente del auto de Iván notaron un olor extraño, el cuál provenía de la cajuela, la cuál pudieron abrir fácilmente, pues no servía muy bien el seguro. La ardilla tenía un olor insoportable a descomposición, así que la metieron en una bolsa, con la esperanza de que aún les pudiera servir para sus estudios.

En su camino de vuelta al laboratorio decidieron pasar por la morgue para preguntar sobre los avances del caso de Iván, pero cuando llegaron a la recepción no había nadie, se adentraron un poco buscando a algún trabajador, pero el lugar estaba desierto, era un pasillo largo y frío, en ese instante se escucharon ruidos hasta el fondo, y la silueta de un hombre corriendo hacia ellos, Marcos relacionó su forma de correr con la de Iván antes de lanzarse por él, y esto hizo que saliera corriendo, pero el profesor lo alcanzó a detener tomándolo del brazo, era solamente el doctor Augusto, con la cara horrorizada, aseguraba que se habían robado un cadáver, pero que este mismo se había aparecido y había atacado a sus compañeros, en ese momento el oficial llegó, escuchó lo platicado por el doctor Augusto y se adentró con su arma en la mano. Al llegar a la última bóveda encontró a un ser aparentemente humano devorando a alguien que llevaba vestimenta de doctor – ¡Levante las manos! ¡Queda arrestado! – Gritó el oficial, pero aquel hombre al verlo se levantó, tenía sangre escurriendo por su boca y órganos del otro cuerpo en sus manos, además los ojos rojos y la piel verdosa, y haciendo un grito horroroso corrió en contra del oficial, quien disparó el arma en el pecho de aquel hombre, una, dos, tres veces, pero esa persona seguía corriendo y no se detenía, hasta que el oficial dirigió su disparo a la cabeza, esto hizo que aquel atacante cayera fulminado en un segundo.


Reptil (Parte 1)

Joaquín era un arqueólogo, estaba en el proyecto más importante de su carrera, pues junto con su equipo habían encontrado ruinas abandonadas en medio de la jungla, en un lugar que nadie había estado, o al menos no hacía mucho tiempo atrás. Esas ruinas parecían pirámides con túneles extraños, llegar hasta ese lugar les había tomado días de caminar y acampar, y se guiaron gracias a extraños rastros y mitos que se escuchaban desde la aldea más cercana, la tribu Nabahu, aproximadamente a 5 días caminando desde esas ruinas. Mientras instalaban su campamento afirmaron su predicción, el lugar no tenía ningún tipo de conexión o señal que los ayudara a contactarse con el resto del mundo, pero no parecía ser un problema grande, pues tenían todo el equipo necesario para explorar, recabar datos, hacer pruebas y los análisis necesarios antes de regresar.

Mientras tanto, en la ciudad, el compañero del arqueólogo Joaquín, el científico André revisaba el comportamiento de un extraño lagarto que recogió en la visita que hicieron a la aldea Nabahu, antes de volver a la ciudad y de que Joaquín y el resto del equipo se adentraran a explorar. El lagarto parecía entender a la perfección los tiempos en que tendría atención por parte del científico y con qué objetivo, a pesar de nunca antes haber estado en un ambiente ni situación similar, esto era muy sorprendente, pues no había visto ningún animal tan inteligente incluso teniendo años de entrenamiento. Luego pensó en experimentar la socialización que tuviera con los reptiles de la zona, preparó una jaula con divisiones y colocó diferentes tipos de lagartos, incluyendo el inteligente que trajo.

Cuando el equipo de Joaquín terminó de instalarse y montar los artefactos comenzaron a trabajar, Billy midió la probabilidad del cambio del suelo en cuanto a temblores y deslizamientos de placas tectónicas, descubriendo que el lugar parecía estar muy bien conservado por varios años, Linda y Dora tomaron fotografías de todos los ángulos exteriores y las compararon con otras construcciones antiguas conocidas sin encontrar relación alguna, Louis preparó muestras de la tierra para saber qué minerales tenía y Mila preparaba lo necesario para que entraran a revisar una de esas pirámides. Su organización para explorarlas por el interior se dividía en Joaquín, Linda y Louis entrando, mientras que Billy, Dora y Mila iban a quedarse afuera frente a las pantallas para observar las cámaras, tomar datos y asistir en el trayecto, traían radios y cámaras integradas al uniforme que se comunicaban por frecuencias cortas. Ya estando listos, se adentraron.

En el laboratorio, André estaba listo para reunir a los lagartos en su jaula especial, era un hexágono con divisiones que formaban triángulos para los lagartos y tenía techo de cristal, dejó a cada uno en una esquina y los observó, todos parecían ignorarse, decidió alimentarlos y observó algo interesante, el lagarto de Nabahu no comía, después sus compañeros más cercanos dejaron de hacerlo, hasta que ninguno lo hacía, André vio raro todo eso, como si empezaran a planear algo, les puso más comida y seguían ignorándola, les agregó de otra diferente hasta que cada uno tenía bastante comida, en ese momento todos juntos empezaron a comer, todo parecía apuntar a que era un plan entre ellos para obtener más comida, pero sería demasiado para los registros sobre la inteligencia de esos animales. Al final del día André cansado se fue a su casa.

En la pirámide de la jungla, el equipo de Joaquín estaba ingresando por un túnel, todo estaba cubierto por polvo y telarañas, el lugar se encontraba totalmente oscuro, iluminado únicamente por las lámparas del equipo, y esto dificultaba mucho el avance, debían concentrarse muy bien para poder observar a larga distancia y asegurarse de no estar invadiendo la guarida de algún animal, pero también debían ser cuidadosos por dónde pisaban, pues no conocían las condiciones ni la fortaleza de la estructura, así llegaron al final de lo que parecía ser solo un pasillo recto, esto no tenía sentido, simplemente no tenía función, así que se pusieron a buscar algo más, Linda apuntó su luz hacia el techo y encontró un dibujo manchado e incompleto que asemejaba un humano, quien seguramente sería el ente supremo de aquella civilización, y debajo de ese dibujo estaba un texto, que a diferencia del dibujo, se encontraba en perfecto estado, Luis leyó ese texto en voz alta y al terminar de leer el lugar comenzó a temblar, Billy, Dora y Mila perdían el video de las cámaras para después quedar incomunicados, Joaquín y el resto del equipo corrieron hacia la salida, pero el suelo se abrió y cayeron a una cueva.

Al día siguiente André llegó al laboratorio, fue directo a la jaula hexagonal para observar a los lagartos, pero no estaban, los barrotes que dividían a los lagartos estaban abiertos y el techo tenía un agujero perfecto, aquello no tenía explicación, apresuradamente salió del laboratorio y se dirigió a la sala de seguridad para revisar las cámaras, pero al ir corriendo por el pasillo se topó con aquellos lagartos, se frenó y lentamente caminó hacia atrás dándose la vuelta, al quedar de espaldas se disponía a correr, pero una voz lo detuvo, le advertía sobre el problema que enfrentarían los humanos por el despertar de “Bulutzu”. André lleno de miedo, pero con valentía, regresó al laboratorio, tomó la primera jaula que encontró y regresó corriendo a donde estaban los lagartos para encerrarlos, ellos parecían normales y André se cuestionó el estar loco.

Después de caer en la cueva, el equipo de expedición se levantó aturdido, intentando inútilmente encender sus lámparas, no podían ver nada y estaban atrapados, en ese momento los llamaron, eran sus compañeros que los observaban desde arriba, llevaban una cuerda enorme y lámparas, aseguraron el extremo de una cuerda y Dora bajó con más linternas, cuando tuvieron nuevamente luz pudieron observar a su costado toda una pared con escrituras y jeroglíficos, parecía el ser que estaba en el techo, pero ahora lo veían completo, y su cabeza no era la de un humano, si no la de un lagarto.


ANZ (Parte 1)

Marcos era un joven estudiante de la universidad, se preparaba para ser biólogo, aunque por las tardes hacia servicio a su comunidad como vigilante voluntario, había recibido ya algunas propuestas de trabajo oficiales por parte de la policía local, pero él las declinaba siempre, pues prefería esperar para poder enfocarse en la biología que había sido un campo muy atractivo para él desde que era niño.

Un día, de camino a la escuela, Marcos encontró una ardilla lastimada y desangrándose, creyó que podría llevársela a la escuela y revisarla ahí, la envolvió en su suéter y se la llevó. Cuando llegó le comentó lo que le pasó al profesor Salazar y le mostró la ardilla, se veía bastante mal, pero se fueron al laboratorio a intentar reanimarla y estudiarla, mientras ellos hablaban, Iván los escuchaba detrás de los casilleros, era un estudiante muy poco querido por la mayoría, pues solía aprovecharse de todos y amedrentarlos para divertirse, en esta ocasión pensó en hacerle una broma a Marcos y robarle esa ardilla, así que se fue a escondidas pegado a la pared con su mano por delante, sin darse cuenta de un clavo que estaba salido al cuál se aproximaba y como era de esperarse, al pasar por ahí se cortó la mano, se aguantó el dolor y gritó maldiciones en su cabeza, intentó calmar el sangrado con papel que traía en su bolsa y siguió caminando detrás de Marcos y el profesor.

Una vez dentro del laboratorio Marcos dejó la ardilla sobre la mesa, se pusieron guantes de protección y buscaron heridas que pudiera tener la ardilla y notaron que no tenía la cola completa, posiblemente había sido atacada por algún animal, pero para el profesor no tenía ningún daño que pudiera ser provocado por algún animal local como gatos, perros, águilas o incluso serpientes, y a pesar de hacer su mejor esfuerzo, no pudieron rescatar a esa ardilla que murió poco tiempo después. Confundidos por la situación y preocupados por la posible existencia de alguna especie invasora decidieron dejar al animal ahí para retomar sus actividades escolares y revisarlo más tarde, mientras Iván pacientemente veía la situación y esperaba escondido detrás de unos estantes.

Marcos y el profesor Salazar estaban cerrando el laboratorio al tiempo que hablaban de posibles créditos extras para Marcos por su probable descubrimiento de especies invasoras y la importancia de detener a tiempo ese problema, adentro del laboratorio Iván se enojaba al escuchar las felicitaciones y pensar en la popularidad que Marcos ganaría ante esa situación, cosa que él no iba a permitir, antes se robaría esa ardilla y sería él quien tendría el crédito. Invadido por la adrenalina y el pensar en su futura fama no se preocupó por proteger la herida de su mano y tomó a la ardilla directamente de la cola, después se escapó por una de las ventanas que quedaban frente al estacionamiento, guardó la ardilla en el maletero de su auto, se envolvió la mano con una venda que traía y volvió a clases.

Al sonar la campana que indicaba el término de las labores, Marcos recibió un mensaje, lo necesitaban como apoyo en un evento del pueblo, y la persona que debía ocuparse de ese puesto no podría ir pues se había enfermado, Marcos le platicó la situación al profesor Salazar y acordaron que el profesor revisaría al animal antes de que entrara en estado de descomposición, al día siguiente se reunirían para hablar sobre ese análisis. Por otro lado, Iván ya había llegado a su casa, se sentía algo débil y se le olvidó por completo que tenía una ardilla muerta en el maletero, se preparó un sándwich y después se metió a bañar, esperando que eso lo ayudara, cuando salió de bañarse empezó a sentir dolor en su mano donde se había cortado, aunque no era un dolor muy fuerte, enseguida el dolor desapareció pero ya no podía manejarla, era como si no le respondiera, además, un dolor de cabeza se sumó a su malestar, fastidiado por el día y cansado creyó que lo mejor sería tomar una siesta.

Esa tarde, Marcos estaba en su evento, revisando a su alrededor, en el cielo, sobre los árboles, arrastrándose en el campo, buscando algún animal que no perteneciera a ese ecosistema, en ese momento recibió una llamada del profesor Salazar, ya no estaba la ardilla en el laboratorio. Esa era una situación inquietante, ¿Quién se la podría haber llevado? La robaron, la tiraron o incluso algún animal carroñero que haya entrado, en este momento no podía haber descartes a ninguna propuesta. Marcos estaba por irse a buscar la ardilla con el profesor, pero llegó el comisario, lo necesitaba para aislar y acordonar un escenario donde había sucedido un crimen, dos hombres habían muerto en una pelea. Marcos se acercó para ver los cuerpos, y las marcas le resultaban parecidas a las que tenía la ardilla, no pudo observar más, pues lo alejaron, y los encargados de la situación tomaron las pruebas necesarias y recogieron los cuerpos.

Al día siguiente Marcos llegó a la escuela, fue a la oficina del profesor y le platicó lo que había pasado en el evento y de las marcas que tenían esas personas, por otro lado el profesor le mostró una pista de lo que había encontrado, parecían ser gotas de sangre, había muy pocas y con bastante espacio entre ellas, era un rastro difícil de ver, pero las gotas llegaban a la ventana, ambos salieron y notaron continuidad de ese rastro con dirección al estacionamiento, lo siguieron y los condujo hasta el lugar donde Iván solía estacionar su carro, Marcos recordó que el día anterior él llevaba una venda en su mano ¡El era el culpable! Entonces optaron por esperarlo a que llegara a clases, pero en todo el día no se apareció por la escuela.

Al final del día Marcos y el profesor fueron a buscarlo a su casa, llamaron a la puerta sin respuesta alguna, era extraño, pues su auto estaba estacionado afuera, creyeron que él ya los había visto y se estaba escondiendo, no podían entrar a la fuerza, y tampoco era delito robar una ardilla, se fueron a las ventanas traseras de la casa para no levantar sospechas con los vecinos, al menos iban a intentar encontrar a Iván. Marcos se subió a un árbol que estaba en el patio, el cual tenía una rama cerca a la ventana del cuarto de Iván, al llegar ahí se asomó al interior, ahí estaba Iván, de espaldas, parecía tambalearse y miraba la puerta, Marcos lo llamó, pero Iván no lo escuchaba, el profesor, quien se había quedado abajo lanzó una piedra a la ventana para llamar su atención, al escuchar el golpe Iván se volteó, Marcos lo vio y se quedó pasmado.

Iván tenía la piel pálida, sus ojos eran muy rojos y llenos de alguna sustancia verde y por su boca escurría sangre. Al mirar a Marcos en el árbol, Iván se apresuró hacia la ventana, iba con tanto impulso que se estrelló con el vidrio y lo rompió, cayéndose de cabeza hacia el patio, el profesor se asustó con la caída y llamó a Marcos para que se bajara y ayudaran a Iván, pero Marcos no reaccionaba. El profesor intentó girar a Iván para dejarlo boca arriba, pero al hacerlo vio el estado en el que se encontraba, tenía la cara destrozada por el golpe y los vidrios clavados, debido al susto se desmayó.

Cuando Marcos reaccionó se bajó del árbol para ayudar al profesor, éste sentía culpa por lo que le había pasado a Iván, la caída lo había matado, pero Marcos insistía en que él ya tenía algo desde antes, pues el estado que tenía previo a lanzarse no era normal, para la mala suerte de ambos, solo Marcos vio a Iván antes de que se lanzara, el profesor no dejaba de sentir culpa y de ignorar el estado del cuál Marcos le hablaba, y éste no podía explicar lo que Iván tenía, ni trabajar con su poca experiencia en ese campo en base a lo que vio.


El rey de pueblo coral.

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Había una vez un pueblo muy colorido en la costa del mar, el pueblo era feliz y querían mucho a su rey, el rey Valdivar, quien vivía en un castillo en medio del mar con un puente largo que lo conectaba a la costa. En ese castillo había un sótano oculto, debajo del mar, ahí se guardaba un secreto del rey, nadie sabía que era, ni siquiera los guardias, quienes debían cuidar que nadie entrara, pues solo podía hacerlo el rey. Había rumores sobre lo que podía haber en ese lugar, algunos decían que tenía un tesoro maldito, otros aseguraban que ahí vivía un mago que le daba vida eterna al rey y unos cuantos más decían que el rey se convertía en pez y salía al mar, pero nadie sabía la verdad.

El rey no tenía familia, era el último de sangre real y no había herederos conocidos, un día, mientras se dirigía al comedor real, el rey se tropezó en la escalera y se lastimó, esto no le provocó ningún daño, pero le hizo cuestionarse sobre quién sería el siguiente líder del pueblo cuando él no estuviera. Preocupado llamó a su consejero real y al general del reino, entre los tres tuvieron una junta donde el general propuso una expedición en búsqueda de sangre real, mientras que el consejero dio como propuesta el ceder el reino a otro rey vecino, dejándolo expandir su territorio pero a cambio de proteger al pueblo como uno más de los suyos, el rey sabía que la primer propuesta sería imposible, pues estaba seguro de que no quedaba nadie en su familia, mientras que la segunda le parecía rendición y entrega injusta de su pueblo, pues un rey no protegería simplemente de otras personas y, además, temía que incluso los fuera a tomar de esclavos. Finalmente, el rey decidió organizar una serie de eventos entre habitantes del pueblo para decidir quién sería el nuevo príncipe de pueblo coral y el futuro rey.

La noticia comenzó a propagarse rápidamente por todo el pueblo, las madres intentaban convencer a sus hijos de participar, los jóvenes entrenaban y se medían trajes para el evento, algunos llenos de materiales costosos y unos pocos algo más humildes, dependiendo del estatus de la familia y el oficio de los padres. Entre ellos estaba un joven llamado Brandon, él era un pastor muy querido por el pueblo, de familia humilde a la cuál quería mucho, sus padres hablaron con él sobre participar en el evento del rey, y sus vecinos de alrededor lo respaldaban, pero él no tenía una imagen suya sentado en un trono gobernando, le gustaba su habitación hogareña y estar con su familia, el problema era que la quería tanto que sentía que no participar sería decepcionar a todos, así que pensó en ir a buscar al rey y solicitarle espacio para participar, pero también deseaba que su petición no fuera a ser tomada en cuenta y deshacerse de esa preocupación.

Cuando llegó a las puertas del castillo se encontró con una fila de concursantes que querían inscribirse, conocía a la mayoría, pero había un chico que no parecía ser de ese lugar, quería acercarse a él para saludarlo y preguntarle quién era, pero vio como llegaba antes el consejero real a recibirlo, Brandon le preguntó a uno de los participantes si conocían la relación de aquel sujeto con el pueblo, ahí se enteró que ese tipo era habitante del reino vecino y el consejero real lo había traído para que concursara, eso explicaba el apoyo que parecía tener, el equipo caro y la zona exclusiva alejada del resto. Nunca había sido de su total confianza aquel consejero, así que Brandon se escurrió para espiar la conversación que tenían, ahí descubrió un peligroso plan del consejero, entregar el pueblo con el rey vecino, tomar un puesto de mayor importancia y robar lo que tuviera el rey en su sótano secreto.

Brandon no podía entregar a su pueblo, pero tampoco podía contar los planes del consejero, pues nadie le creería, así que finalmente se decidió a competir.

El día de la competencia llegó, los campos para concursar estaban repletos de gente, tanto local como visitantes que iban a disfrutar del evento. El rey estaba en el lugar principal para ver todo con claridad, una vez que estuvieron listos sonaron los tambores y las trompetas para dar aviso a la primer prueba, la cuál consistiría en una carrera. Los diez participantes se colocaron en la línea de salida, entre ellos Brandon y el tipo del otro pueblo, quienes estaban uno al lado del otro. Los gritos de la gente favorecían claramente a Brandon, esto molestó al consejero, se acercó a su invitado y le susurró algo al oído, en ese momento se escuchó un disparo, era el indicador del comienzo de la carrera. Todos los competidores arrancaron, pero algo movió el pie de Brandon, quien se tropezó y se quedó en el suelo, la gente se quedó en silencio y preocupada, pero Brandon se levantó, y sin importarle la distancia corrió lo más rápido que pudo, finalizando la carrera en tercer lugar, quedando en primer lugar el chico invasor.

Brandon no quiso discutir ni pelear, iba a seguir concursando intentando ganar el siguiente reto, para este segundo evento se iban a eliminar a los últimos cuatro competidores del concurso anterior, y consistiría en una batalla de equipos de tres contra tres, el equipo vencedor pasaría a la final, pero para la mala suerte de Brandon, su enemigo ahora iba a ser su compañero. Una vez divididos los equipos se les explicó el modo de juego, dos de los integrantes deberían tapar sus ojos mientras otro debía guiarlos para completar tareas en equipo, en el equipo de Brandon él era quien debía guiar, así que los equipos se prepararon y la partida comenzó, Brandon se puso a dar instrucciones a sus compañeros, uno de ellos le obedecía, pero el otro no, se trataba del foráneo, quien ignoraba a Brandon y hacía actividades por su cuenta, pero las hacía de una manera muy precisa, como si estuviera viendo. Brandon nuevamente no quiso quedarse a discutir y se puso a trabajar solo con su compañero que si lo obedecía. El tiempo se terminó y revisaron los resultados de ambos equipos, donde el equipo de Brandon ganó por una gran diferencia. Esta vez Brandon si encaró a ese tipo, pues eran un equipo y no había obedecido las indicaciones, pero además, Brandon sabía que durante todos los desafíos ese tipo había hecho trampa, en este evento al cambiarse la venda de los ojos por una más transparente, y en la carrera anterior al hacerlo tropezar al inicio, el sujeto lo amenazó prohibiéndole decir lo que sabía, o sufriría consecuencias graves. Brandon impotente se fue.

En el último evento, con solo tres competidores, el objetivo era atrapar a un escurridizo pez en un lago, por medio de redes y cañas de pescar. Los tres concursantes estaban en diferentes puntos sobre botes, un silbido sonó y comenzó el evento, todos los espectadores gritaban y apoyaban a su preferido, estaban a punto de conocer a su futuro Rey, Brandon parecía estar cerca de atrapar al pez, ya lo tenía enganchado a su caña, pero en una orilla, entre los espectadores, una niña se resbaló y cayó al agua, Brandon al darse cuenta quiso remar hacia donde estaba la niña, pero el bote no se movía, así que saltó al agua y nadó para rescatarla, el chico del otro pueblo saltó también al agua, pero éste lo hizo para subirse al bote de Brandon, tomar su caña y levantar al pez. Fue el ganador del concurso.

Finalmente se hizo la ceremonia de premiación, los tres finalistas estaban parados en línea frente al castillo, el rey le dio un trofeo al ganador, mientras todo el pueblo observaba triste y con miedo, no sabían lo que les esperaba con la entrega del reino. Enseguida llegó el consejero real con la corona del príncipe sobre un cojín, el rey la tomó y se acercó a los finalistas, el chico del otro pueblo estaba inclinando su cabeza para recibir la corona, pero el rey pidió en voz alta a Brandon que se hincara, el pueblo se quedó en silencio, el concursante foráneo y el consejero real estaban llenos de sorpresa y muy molestos, el rey colocó la corona en la cabeza de Brandon y todo el pueblo se volcó en gritos y felicitaciones para el nuevo príncipe. El consejero le reclamó al rey porque Brandon no había ganado el concurso, el rey respondió que el príncipe no se definiría por el ganador del concurso, si no por su forma de participar y enfrentar los desafíos, Brandon se había tropezado al inicio y aún así continuó haciendo su mejor esfuerzo, fue un líder en el segundo evento a pesar de que algunos no quisieron trabajar en equipo, y sobre todo, sobrepuso a un habitante de su pueblo por encima del concurso, esas eran las mejores cualidades que alguien podría tener para dirigir un pueblo, mientras que el ganador del concurso no demostró más que egoísmo y ser un tramposo.

Brandon se hizo príncipe, corrió al consejero real y encerró al concursante que lo había amenazado, pues no permitiría esas acciones, también pudo revisar el sótano real, donde no había más que informes sobre cada persona del pueblo; su trabajo, actos de caridad y las necesidades que tenían, también descubrió en su informe que el rey ya lo había elegido previamente como príncipe, pero el concurso fue una excelente confirmación de que no se había equivocado.

Fin.


El viaje de un globo

En un parque de una ciudad había un tanque de helio y un globero trabajando con él, inflando globos que tomaba de una bolsa para después amarrarlos a un hilo y regalárselos a los niños. Dentro de esa bolsa, un globo llamado Bidi se despertó – ¿Dónde estoy? – Preguntó mientras bostezaba – Estamos aquí esperando a ser inflados para que nos den a un mini humano – Respondió un globo que estaba al lado suyo – Es nuestro trabajo protegerlos – Bidi no entendía a lo que se refería, se asomó por arriba de la bolsa y vio como el globero hacía su proceso; inflar un globo, amarrarlo, atarlo a una cuerda y dárselo a un niño, después regresó a su lugar al lado de aquel globo – No sabía que podíamos volar – Dijo Bidi – No podemos, solo con ayuda de lo que está en el tanque – Respondió el otro globo – Y, ¿hasta dónde podemos ir? – Preguntó Bidi al tiempo que miraba hacia el cielo – Pues ningún globo ha vuelto nunca, entonces no podemos saber, por eso nos amarran con ese hilo – Bidi se imaginó cómo podría ser irse volando por todo el mundo y conocer varios lugares – Pues yo me voy a ir – Aseguró Bidi con entusiasmo – ¡Estás loco!, te vas a perder y no podrás volver, quédate, no es tan malo, jugamos con los mini humanos – Decía el otro globo intentando convencerlo de no irse – Al menos prueba quedarte un poco y ya después te vas, si no, no vas a saber ni lo que puedes hacer aquí – pero nada funcionaba para cambiar la idea de Bidi, pues estaba decidido, él quería explorar el mundo.

Luego de un rato llegó un niño a pedir un globo, el globero metió la mano a la bolsa y Bidi saltó entre los dedos del globero, pues quería ser el siguiente, y así fue, cuando estuvo lleno de aire le iban a amarrar el hilo de seguridad, pero Bidi se sacudió tan fuerte que se soltó de las manos del globero y comenzó a elevarse – ¡Adiós a todos! – Bidi subía más y más, veía a lo lejos a otros globos jugando con sus mini humanos y pensaba – Se ve un poco divertido, pero no necesito probarlo, estoy seguro de que hay algo mejor –.

Durante su camino se encontró con una parvada de pájaros que volaban juntos – Hola amigos voladores – Les saludó – Que sorpresa encontrarnos un globo – Respondieron las aves – ¿A dónde van? – Preguntó el globo – Vamos a emigrar, hacia las playas cálidas y tibias, es mejor que este frio, ¿Quieres venir con nosotros? – Dijeron mientras le ofrecían unirse al grupo – No gracias, suena interesante, pero creo que más arriba están las mejores cosas – Se despidieron y el globo continuó con su camino.

Más arriba se topó con un avión, se enganchó al lado de una ventana donde dos pasajeros platicaban entre ellos – ¡Que divertido! El parque de atracciones más grande del mundo, velocidad, diversión y entretenimiento ¡allá vamos!  – Bidi después de escuchar se preguntó – ¿Podría ir a dar una vueltecita y después continuar con mi camino? – Estaba casi convencido de irse pegado a ese avión, pero finalmente decidió – No, no puedo perder el tiempo, debe haber algo mejor más arriba – Se soltó de donde estaba y siguió elevándose.

Tiempo después llegó a una estación espacial, donde se preparaba una nave para regresar a la tierra – Estoy ansioso por volver a casa y ver a mi familia – Decía uno de los astronautas – Dímelo a mí, llevo tiempo sin saber nada de mis amigos – Bidi pensaba en los compañeros y amigos que no pudo tener porque no quiso esperarse, ni siquiera sabía el nombre del único globo con el que había hablado. Se puso un poco triste, intentaba convencerse de que arriba había algo mejor y se fue.

Bidi seguía moviéndose, pero dejaba de ver la tierra, se dio cuenta de que se encontraba solo, de pronto empezó a sentir calor, había una esfera enorme a la que se acercaba, quería cambiar de dirección, pero no conseguía nada a pesar de sus esfuerzos. Aceptando su destino se quedó quieto, y prefirió tomar ese tiempo para disfrutar de la vista, en realidad no se veía mal, pero le habría gustado que ese momento hubiera tardado más en llegar y habría podido probar de aquellas cosas a las que se negó.

Moraleja. Es mejor ser paciente y disfrutar del momento, que ser impaciente y perderselo todo.


La moneda de oro

Había una vez un pequeño pueblo escondido en un desierto lejano, ahí vivía un niño, al que le gustaba jugar con la arena, como era el único niño del pueblo debía jugar solo, un día mientras jugaba encontró un pequeño gusanito, atorado entre dos piedras, el gusanito le habló – Ayúdame por favor, estoy atorado y no puedo salir – El niño le respondió – Te voy a ayudar, pero prométeme que vas a jugar conmigo cuando salgas – El gusanito accedió y el niño lo liberó, una vez libre le agradeció y después le preguntó – ¿Y qué es jugar? – El niño se sorprendió de que el gusanito no sabía que era eso – ¿Nunca has jugado? – Le preguntó – No, creo que no, siempre que me pasa algo y necesito ayuda, la gente solo me pide una de estas – El gusanito apareció un bolso lleno de monedas de oro y se lo mostró al niño – ¿Y qué son esas cosas? – Preguntó el niño – No sé muy bien, pero creo que es lo mejor que puede tener un humano – Respondió el gusanito – Si no las conoces puedo darte una como agradecimiento en lugar de jugar – El niño se puso a pensar y curioso accedió – Mmm, está bien – El gusanito le dio una moneda de oro y se fue despidiéndose.

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El niño se fue con la moneda y se puso a observarla detenidamente – ¿Para qué servirá? – Se preguntaba, no podía ser un escudo, una disco para deslizarse, un frisbee, un sombrero, ni nada, era demasiado pequeño, pero según el gusanito todos los humanos lo querían, a menos que, eso debía ser ¡El gusanito lo había engañado! El niño se molestó mucho y se fue a su casa, una vez ahí le preguntó a su papá – Papá ¿Sabes si los gusanitos son mentirosos? – El padre no le hizo mucho caso, pues estaba ocupado leyendo el periódico, por lo que le respondió simplemente que sí mientras seguía leyendo, el niño se sentía triste, se fue a dormir pensando que el gusanito le había mentido y que además no quiso jugar con él.

Al día siguiente el niño se levantó y fue a caminar por el pueblo intentando descubrir algo sobre ese objeto dorado, en su camino se topó con un señor que vendía quesos – Buenos días quesero – Le saludó el niño – Buenos días amiguito – Respondió – ¿Qué traes en tu mano? – Dijo mientras veía un objeto brilloso en la mano del niño – No lo sé, intento averiguar para que sirve – Dijo el niño mientras levantaba la moneda para comparar su forma con lo que había a su alrededor – Pues no es algo muy útil, si quieres te puedo cambiar todos estos quesos por eso que tienes – Propuso el quesero – Pero, ¿Qué haría yo con tantos quesos? No gracias – Dijo el niño y se fue caminando. El niño se la pasó toda la tarde rechazando propuestas de intercambios, leche, pan, fruta, madera, pero nada de eso le interesaba, incluso se sintió estresado por tener a tantas personas persiguiéndolo, no sabía por qué todos querían ese objeto, pero era aburrido. Al final decidió ir a buscar al gusanito al lugar donde lo salvó.

Cuando llegó al sitió comenzó a gritar – ¡Gusanito! ¿Dónde estás? – El gusanito apareció por detrás de unas rocas saludando al niño – Hola amigo ¿Cómo te fue con tu moneda? – El niño algo molesto le respondió – Me engañaste, esto no es lo mejor que puede tener un humano, es aburrido, y todos lo quieren, incluso tuve que correr porque muchas personas me perseguían – El gusanito se puso triste de escuchar eso – Vaya, entonces todo este tiempo solo he afectado a la gente que me ayuda, ¡Y yo pensando que les agradecía! – El niño notó la tristeza del gusanito y pensó que jugar le serviría – Mira qué tal si te devuelvo la moneda y ahora si jugamos – El gusanito aceptó, el niño le devolvió la moneda de oro y le explico lo que es jugar, ambos tuvieron una tarde muy divertida y feliz y el gusanito notó en el niño una sonrisa muy parecida a la que habían tenido las personas a las que antes les había dado una moneda, en realidad si las había ayudado.

Moraleja: No existe un tesoro universal, pues cada quien puede tener uno especial.